Poema 15

Espectros en la música
No es la voz es el fondo
Son los microfantasmas del azar
Despiertan el alba
Capturan el modo
No hay más ya no hay
Servil al terreno agitan tambores
Algunas pinturas saldrían a mirar
Reflejos de muerte de lucha infinita
Persianas sin filtros
Verbos sin conjugar
Me duermo en el alba
Se acortan las luces
Se empieza a cerrar el volcán
No llego a la mesa de los caníbales
Porque no hay sermones
No hay más ya no hay
Ni banderas ni revoluciones
Ni aquellas fanfárreas
Que hicieron laureles de una guerra sin vos
Agujeros sin miedo
Canciones sin escuchar
Ahora que pasaron unos días puedo desintegrarme
No ser más de lo que nunca fui
Cerrar los ojos de esta novela
Calmar las ansias de mis agujas
Buscar el verde otra vez
Desparramar otros colores
De otros sabores de este silencio
No buscarte más entre la multitud
No buscarte más en el jardín
No buscarte más en un esquivo mirar
No estar
No ser
Desaparecer


Imagen Prisma: barrio de Caballito, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina


Poema 14

Es la lluvia que no te toca
Son mis manos que te mojan
Por qué no vaciarnos de todo este amor que tenemos para darnos
Después, la planta puede germinar

Son tus ojos que me besan
Es la lluvia que me hace reír
Existen los momentos en que todo se olvida incluso
el latir del corazón para sentir otros latidos
Llueve
una tenue caída de luz
tu aventura risueña
tu magia
Llueve
y se aclara mi amor
se aclara mi vida

Nos atrapa
Nos junta un mundo
Nos empuja sentir
Empieza a vibrar la canción prometida
Besame
(Te beso)
La calma infinita
La lluvia de estar

Imagen Prisma: modelos: palomas en parque Rivadavia, barrio de Caballito, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina

Poema 13

Salpican tus brazos mi cuerpo
Lo salpican como si la eternidad me arrullara
Tus ojos me tocan
Tu boca me limpia
Tu alma soy yo y es la piel
Un aroma para cobijarnos
Y es la miel que sabemos nos gusta
Y es la única puerta que se abre
Son las ventanas también de tu luz
Es tu sexo alimentándome el ego
No hay nubes que puedan cubrir el oro de tu sol
Ni siquiera la luna se atrevería
A entorpecernos el viaje



Imagen Prisma: habitación, barrio de Caballito, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina






Poema 12

Exploto en órbita
Sangro por no llorar
Destierro mis inquietudes
Porque no llegará tu paz
Vuela una sonrisa azul
Sin esperar mi respuesta
Sé que mi vuelo se fue hace rato
Tal vez un infierno me haga feliz
Son las y veinte para las nueve
Nunca entendí tu manera de amarMe pierdo, me pierdo en las más rojas circunstancias
No puedo esperar a mañana

Es fácil tomar el camino más corto
Paciente voy por el otro sin ver
Siento, siento las mejores caricias de un cielo abrazador
Puedo empezarte hoy

Imagen Prisma: modelo: transeúnte por la ciudad de Washington DC, EE.UU.

Poema 11

Bajé la puerta
Cerré la luz
No hay espacio
Tu sol para los ojos latentes
Tu vergüenza para detener el paso
Tu necesidad sin que importe el sabor

Poses
Tormentas
Caníbales
Escondés por miedo
Maldecís por actuar
No sembrás ni saltás
Ahora todas tus fotos no tienen alma
Ahora tus marcas se tornan gris
Ahora te escapas en el desfile de los muertos
Abro el no más
Siento el placer
Soy otro cuerpo


Imagen Prisma: modelo: transeúnte por la ciudad de San Salvador, Jujuy, Argentina

Poema 10

Crecen las flores
Mueren las estatuas
Nacen los motivos
Se apaga mi voz
Muero los domingos
Crece la miseria
Nacés en las nubes
Me prendo en un son
Ya no hay migajas que me convenzan del fuego
Ya no hay más fuegos que prendan en mí
Solo me queda el color de los vientos
La lluvia en el pecho
La cortante mirada
El suspiro de estar






Imagen Prisma: modelo: Carlos Tedeschi, Cmonumento a Simón Bolívar, parque Rivadavia, barrio de Caballito, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina

Poema 9


Hacelo
Cansado de esperar
Hacelo
La canción es la misma
Hacelo
Que sí, que no (hacelo)
Te lo prometo para...
Hacelo
Es que a veces no llego...
Hacelo
Las piruetas de los otros...
Hacelo (hacelo)
Hablan y hablan y hablan (hacelo)

Los trenes se escapan
Las pistas no abren sus alas
Las miradas se esconden
Hacelo (hacelo) (hacelo)
Mañana pasa otro bondi
Hoy ya me fui de este entierro
Ayer no quedó más que otra copa rota
Hacelo
Caés en las redes de lo que no sos
(Hacelo) hacelo
Tu zona waifai te regala un confor
Hacelo
Podés desvestir tu careta(Hacelo) hacelo
Tu perro guardián se hace hueso en la tierra
Hacelo
No mirés la derrota (hacelo)
No marqués otra vez (hacelo)
No esperés que llame la luna

Algunas lenguas nunca serán
Una pared me lo dijo todo
"La vida está hecha de momentos como este"
Y algunos corazones latieron


Imagen Prisma: modelos: Manifestantes en Marcha por reclamos de derechos de trabajadores, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina

Poema 8

Se va la tarde
Me voy también
Se van los grillos que me distraen
Se va la pálida que hoy me quemó
Se van los huesos a la ceniza
Se va mi oportunidad de darte un sol
Se van los pocos que posaban sin el filtro
Se van tomados de la mano los ojos del amor
Se va la tarde de este lado del planeta
Y nunca pude acercar mi voz
Se va esta tarde sin que pueda acercarme
Sin poder quebrar este hielo para hundirme
Se van las ganas de ahogarme entre tus brazos
Se va y me voy
Un grito en mi oscuridad no es luz
Es solo otra mañana
Alguien
Ceba
Alguien
Se va

Imagen Prisma: modelos: Ariel Heredia y Elvio Méndez, Lutherville, Baltimore, EE.UU.

Poema 7

La palabra, no la respeto
La palabra, hago otra cosa
La palabra, tengo mil excusas
La palabra, me pierdo en lo que me ata
La palabra, se van los años
La palabra, y en tu caparazón
La palabra que nunca dirás
La palabra de tu mente de tu sabor de tu despertar
La palabra que corta
La palabra que mata
La palabra que ni va
No va no es palabra no es nada
La nada del cielo
Mentiras de azul sin dios
La palabra siniestra
La palabra enlutada
La palabra sin voz
Mi mirada
Te veo latir
Te veo árbol en sol
Te veo en la palma de la tierra

Imagen Prisma: modelo: joven haciendo meditaciones, parque Ridavavia, barrio deCaballito, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina

Poema 6

decir sin hacer
mostrar y no ver
criticar 
facilismo
facineroso
fascinante
fábulas para un nido sin aves
no hay una máquina de regalar canciones
prendé tu equipo
prendé tu tiempo
prendé tu cuerpo
no hay escapes sin atreverse
no hay un paraíso
no hay más
no hay si solo te confortás






Imagen Prisma: modelo: niños jujeños, barrio Alto Comedero, San Salvador de Jujuy, Jujuy, Argentina





Poema 5

Para entender quiero saber
Para saberte puedo encontrar
Para encontrarme quiero seguir
Para seguir puedo volver
Para volver necesito esperar
Para esperar no hay rezos que valgan
Para rezar es mejor no pedir
Para pedir tuve que dar
Para dar no hay que mirar
Para mirar son tus ojos
Para tus ojos están mis besos
Para besarte quiero tocar
Para tocarte debo cruzar
Para las cruces están mis hombros
Para mis hombros está tu abrazo
Para abrazarnos está la música
Para esta música está mi corazón
Para mi corazón te dejarás sentir
Para sentir no hará ninguna falta que puedas entender

Imagen Prisma: modelo: guitarrista en el subterráneo, barrio de Palermo/Belgrano, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina




Poema 4

Al aire
Tu mirada
Tu sonrisa
Tu respiración tan cercana
Tu ausencia en mis sueños dormidos
Tu presencia en los que imagino
Nunca será porque no será
Porque nos separan los océanos del calendario
Porque aunque sepa que con un beso tus olas tocarían mi arena
Jamás te animarán a las mareas
Sol y luna
Un aroma de roces perpetuos
Luna y sol
Y este sabor que no probarás





Imagen Prisma: modelo: anónimo, barrio de Boedo, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina

Poema 3


Son tres o cuatro mamarrachos
No hay mucha más ilusión
Son las mentiras que me permiten las letras
Las que endulzan 
Las que hieren
Las que te marchitan el alma
Es mi único esplendor
Son las piruetas sin red
Son los pequeños saltos
Son las piedras que queman













Imagen Prisma: modelo: Matías Escaray, Feria de Mataderos, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina

Poema 2

Hacer lo que sea
Hacerlo
Sin excusas
Sin misterios
Sin dependencias
Hacerlo para respirar
Hacerlo para sentir
Hacerlo para ser
Hacerlo
Ahora
Aquí










Imagen Prisma: modelo: Blanca Cortiñas, playa de Villa Gesell, Buenos Aires, Argentina

Poema 1

Hasta ahora
Aquí
Desperdicios que se evaporan
No es el viento ni las olas
Es la brisa de la calma
La que enciende el verde
La que azota los corazones
La que pinta la ocasión
El reecuentro con mis voces
Otras voces
Otros cuerpos
Por fin









Imagen Prisma: modelo: saxofonista norteamericano, calle de Washington DC, EE.UU.


30º poema

Brilla estrella de mar
Estrella en el mar no estás sola
Brillan tus cuentos sagrados
Estrella del mar de los silencios pasados
Brillan tus sueños y escondites
Brilla tu campo dorado
Estrella que supiste andar más allá de las fronteras
Caíste en el mar y subiste
Un ascenso de flores marchitas
De perfumes sin sol
De aromas perdidos en vuelo
Estrella de mar infinita
Brilla tu diamante cósmico
Un microsegundo de amor
Tan intenso como el beso que te di
Brillás en mi mar de ensueños
Brillás porque hay que brillar para mantener la calma
Brillás y me das tu color y me hago olas

Y sacudo los vientos y me entrego a tu tiempo y golpeo las rocas que hay en mí
Y me abro a los focos aunque no quiera entender de qué va esta vida
Y me rindo a tu canto que me hace brillar
Brillás otra vez porque ves que aún se puede
Cornisas que saben a miel no te harán patinar hacia abismos constantes
Persianas que cortan la piel no te harán sangrar
Cortinas que encienden los fuegos para ennegrecer tu destino a los brillos
Esta vez no hallarán cómo maldecir lo que tu corazón ya no siente
Ahora cantas tu brillo en el mar
Ahora danzas tu azul con pañuelo en lo alto
Ahora quieres perderte en mis brazos para no despertar jamás a otros volcanes
Que se quedan mirando hacia arriba para nunca explotar
Brilla estrella de mar
Brillan tus cinco miradas
Se hacen al agua al fuego a los vientos al aire a mi voz
Brillan al guiño lunar
Brillan porque hay que brillar cuando nace un amor a través de mi ventana



Imagen Prisma: barrio de caballito, vista a parque Rivadavia, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina

29º poema

Hacerlo solo pero hacerlo
sin comas y sin pausa
Hacerlo hasta rajar el viento
sin mordiscos ni tormentos
Sobrevivir al malestar eterno de la arrogancia en la soledad
Sobrevivir sin tiempo para no volver a repetir el cuento improvisado
Al mango para latir 220
a full para acostar las alas 4 y 20
Salir por la puerta lateral que marca 539
y no dejar jamás de recordar que otra vez podría ser un par si respirara un poco de satisfacción
Será un vestigio de los horrores de una guerra en las trincheras
polvo hojas muertas vinagre para beber
El mundo sepia algunas turbulencias en la cama
cuando los ángeles circunden la pantalla
Podrá llover con sania eterna
pero ya no me mojarás
Serán potentes rayos que se suspendan en torno a ti
no habrá promesas para el amor
ni circunstancias para el olvido
Hay espacios que desesperan de tanta anestecia de tanta distracción
Con un cuatro de copas podrás mentirte por un rato
pero al final del día sabrás que sos el perdedor
Cada pirueta no confunde tu nariz
ni los colores de tu fantasía
Si por un cambio de planes ya no suenan las alarmas
no busques sueños en los fantasmas del ayer
No es el momento de soltar amarras
para volver a repetir los números de lo que nunca será

Imagen Prisma: Estación de trenes, Antwerpen, Bélgica

28º poema

No mirés donde no hay
Tenés el cielo para vos
Por qué buscar las tempestades
Cuando la cereza crece cerca de los durazneros
Es primavera en tu alma y nada sangra
En los ríos de tus lágrimas te reinventarás
Ya sé que hay días que nada resulta
Pero has logrado tantos vuelos sin planear
Que ahora es tu tiempo en las alturas
Es verano en tu emoción y nada importa
Hay vibras que no podés entender
Las vibras no se entienden
Se caen los imperios y las resoluciones
Cuando agitás la fuente de lo que sentís
Es otoño en tu piel y puede suceder
Los silencios de arremolinan cuando estás
Poder entender que no existe la tierra de los sueños y de las esperanzas
Es este viaje de vías oxidadas
Que detienen la llegada de la flor
Es invierno en este tren y se escucha una campana


Imagen Prisma: Plaza de Mayo, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina

27º poema

Llaves que cierran páginas que ya no existen
Ya ves, los aeropuertos me pueden
Llaves que abren una dirección incierta
Ya ves, algunos muertos salieron del placar
Llaves para el amor, aunque me desintegre
Llaves de un corazón oxidado para pintar
Llaves para intentar la única sonrisa cierta
Llaves, llaves, llaves
Ya ves, las cosas pueden cerrarse para siempre
Ya ves, no hay sol cuando te quedás a esperar el mar
Ya ves que esconderse atrasa los relojes
Ya ves, ya ves, ya ves
Ya ves, cuando te hundís solo queda hacia arriba
Llaves, un intercambio de combinaciones tristes
Ya ves, algunas marionetas tienen vida propia
Llaves que no van a encerrarme más

Un cofre
Una mirada
Un candado sin final
Una neblina
Una mentira
Un túnel para andar
Una cadena
Una huella

Imagen Prisma: zona campo, Gral. Rodríguez, provincia de Buenos Aires, Argentina


26º poema

Es un misterio, no tu sonrisa
Es una dulce mirada sin ver
Entre tanta basura hay algunas migas de sabor
Como las palabras que tus labios escriben con tanta claridad
Se han caído edificios, pero nace tu flor
Te han cortado las alas, no tu corazón
Te buscás sin buscarte para hallar ese instante perfecto
Sos la voz que se enciende tras el huracán
Sos y eso es lo que vale
Te encontrás imperfecto en la tierra de todo lo saben
Sembrás otro sueño con una complicidad exquisita
Te animás a dejarte llevar hacia el seno de hacer
Cruzaste la línea, no malinterpretes a unos ojos lascivos
Es que la caricia de algunas palabras saben bien
Tu cuerpo es misterio, aunque me mire tu boca
Es ese momento que ves sin mirarme otra vez



Imagen Prisma: Alto Comedero, Jujuy, Argentina

25º poema

Cuando no hay nadie
Cuando solo miran su ombligo
Cuando te fuiste para no volver
Cuando mi lámpara no tenga Aladinos
Comenzaré a ver el campo
La dicha de volver a la naturaleza
Las pocas horas antes de explotar
Los modos de contar en modo slow
Ya no mirar fotos marchitas
Ni recorrer aquellas calles con tu sombra
Ni merodear los timbres de los que solo saben esconder
Y usan la pared como muralla a sus oídos
Entonces, los árboles se agitan
Y algo vuelve a renacer
Y ya no hay ruidos que confundan las miradas
Porque me fui
Porque me fui

Entonces, puedo abrir de nuevo
Donde los duendes arman circo
Y hacer fogatas de un encuentro sin fronteras
Para seguir
Para seguir
Entonces, sé que la alborada
Y que los rayos de este sol
Ya no queman las heridas ni iluminan los tormentos
Porque puedo respirar
Porque puedo respirar
Porque puedo respirar
Porque me fui
Para seguir


Imagen Prisma: Río Quequé, Quequén, provincia de Buenos Aires, Argentina

24º poema


No podía dormir
No podía leer
No podía mirar la tv
Pensaba que sí
Pensaba en soñar
No veía en mí
Salté del sofá por no saltar del balcón
Me quise sentar a entender de qué va
No pude sentir ni pude mirar
Hay días que el cuerpo solo tiene misterios para descifrar
No pude correr porque no había nadie
No pude gemir ante lo invisible aunque fuera esencial
No pude parar la máquina expendedora de vicios mentales
No pude parar la caspa de la ansiedad

Ahora lo haré de nuevo
Quizá me pueda soltar
Son pocas las manos que me darían consuelo
En una noche de ojos despiertos que no salen a vagar
Encuentro la pista para aterrizarme
Encuentro la magia en la verdad
Me quedo un segundo sin dar un mordisco
A veces la lengua del mal se enrosca y me deja dormir

Imagen Prisma: camino a Delfhaven, Holanda

23º poema

No lo ves como nada ves
Solo la mañana para repetirte
Te encontrás otra vez
Y nublás el espejo sin herirte
Los días pasan sin sobresaltos
Para qué correr el velo para ser
La montaña te parece enorme
Si no vino nunca va a suceder
Es tu corazón de piedra
El hotel de tu confor
Son tus aceitadas muecas
Que derriten el sabor
No avanzás más que hasta donde da tu sombra
Ningún puente puede solidificar tu luz
Es tu alma de madera
Un chispazo de fogón
Te recuestas en la arena
Humedad de un cielo sin color
Es momento de mirar el otro lado
Acentuar las huellas donde alguien caminará
Los remolinos de tu incoherencia
Se cuelgan a delirar
De la nada nada sale
Ni siquiera una puerta se abrirá
Son tus mambos esos sudorosos mambos
Que te afirman la infinita soledad
Nada es lo que ves
Nada sos si no lo ves
Nada pasará si no lo hacés
Nada
Absolutamente nada
Nada
Nada
Y no serás nada
Más que un viejo baúl cargado de tus nada


Imagen Prisma: Plaza de Santiago del Estero, provincia de Santiago del Estero, Argentina

22º poema

No hay más
Ni agua
Ni trampolín
Todo está borroso
Incluso tu calor
Amás por acá
Jugás por allá
Lo veo
Te ven
Sé que tu beso nunca llegará
Las mariposas solo dibujan flores
Sé que tu beso se quedará dormido en sensaciones vacías
Los cellos raspan un anochecer sin gatos que maúllen la tragedia
Los acordes de una caricia no dan la melodía
Solo es un instante de pasión
De cuerdas desafinadas
Cómo podría reinventarme cuando tu obsesión se estanca en el vinagre de tu fuente
Cómo podría atesorar los vientos que jamás se acuestan en mi pecho para sentir
Nadie
Ni una imagen verdadera
Ningún lugar para vibrar
Algunas turbulencias
Solo mirás
Mirás la foto en la pared
Mirás la foto que no es
Mirás excusas, algo que manejas bien
Y el tiempo se diluye entre mis manos
La carcajada se devora la nostalgia
El rezo se condena ante mis pasos
La oscuridad se esconde
Para recoger las migas de la mañana sin tu voz


Imagen Prisma: canal de Amsterdam, Holanda

21º poema

Me voy.
Dejar el espacio de las aventuras,
las desventuras del café.
Estoy.
Hacer mi río de lágrimas sin que Clapton me roce con su púa,
destapar el ensueño que enaltece los ojos
y juntar las cajas de lo poco que conserva un rato de color.
Estoy.
Mirar algunas instantáneas de poses forzadas,
algunos sepias que desgasta la memoria para no volver a esa cuna,
algunas gaviotas que fingieron ser los pajarillos en la cabeza.
Me voy.

Dejar de mirar el vacío donde las cáscaras se sienten a sus anchas
y relucir la opción de la transformación, aunque me pueda desintegrar.
Me voy.
No ver lo que está húmedo,
no escapar de nada sin salida,
no sentarme a matear el truco del tormento,
porque ya no estás,
porque ya tienes el anillo que te convierte en oro,
porque sabe mejor la página para llenar.
Estoy.
Una mañana salió la luna,
quemó con su inocente juego,
se perdieron algunas madrugadas,
pero empezó a soplar mi sol.


Imagen Prisma: Paseo de los artesanos, Posadas, provincia de Misiones, Argentina

20º poema

Se regalaron el sol en cada noche
y la luna en tibias mañanas.
Eran apenas pichones en un jardín de miedos,
en el charco de la ilusión.
Pudieron regalarse el oro de las pirámides
y los dulces de las mágicas estrellas,
pero eligieron seguir en cada vía
para tratar de encontrarse, para volver.
La nube de los silencios trajo la lluvia.
Después, a quién le importó la fuga,
si los caminos llegan siempre al buen puerto.
Otra vez se escondieron en sus universos,
como para no volver a derrapar,
pero la sangre llamó a la sangre
para rozar sus mieles en la piel.
Ahora que la distancia cerró sus puertas,
ahora que la caricia es una flor auténtica,
ahora que las canciones ya no traen ningún blues,
se regalaron el viento para volver a girar,
y girar, y girar…


Imagen Prisma: catedral de Notre Dame, París, Francia

19º poema


Las flores nacen en cada esquina
En las mentiras
En las culpas
En los remordimientos
Las flores visten las manos
Endulzan las palabras
Reemplazan las caricias
Enternecen las miradas
Las flores se marchitan
Porque no hechan raíces
Porque son solo un decorado
Porque atormentan los perfumes
de lo que no pueden conquistar
La ruta espera la mañana para abrir caminos
Detrás de las montañas los aromas sueltan las alas que tus pétalos nunca podrán vestir

En las hojas de un libro hay una rosa escondida
Ya no tiene sabor ni lastima
Los colores pueden transformarse en flor
Aquella que nunca me darás
Aquella que solo cura penas
Tu pena al dibujar lo que nunca serás
Tus flores son silencio eterno
Que confunde corazones
Que anestecia un sí por si acaso
Que se queda en la vereda sin jugar

Imagen Prisma: ruta a Cafayate, Salta, Argentina

18º poema

Empezar con las piruetas para salvarte
Como el payaso que sabe emular
Ahora que cayeron los telones
Y que te condenaron a la realidad
Sabés que puede suceder
Las fantasías se quedaron en la caja negra
Los maniquíes solo saben reposar
Podés morirte en un lamento
Pero las muertes ya pidieron el postre
Y no estás ni en la lista del café
Explota la noche
Explota esta noche de vergüenza
Si te come la tristeza del adiós
Sabés que algo puede ir mejor
Si solo te mandás como ballenas a la orilla
Nunca podrás sentir la paz.
Esa paz.
Acaban de llamar
Te dieron la peor noticia
Estás en libertad para encontrar
La cálida sonrisa
El guiño sanador
La música escondida
El perfume de un colchón
Mirate bien adentro donde quema el corazón
La pausa exacta que te haga respirar
Después te convertirás en algo que no sos
Pero ya no tendrás una nariz de frutilla
Ni tejerás la red porque tu mundo ya se abrá partido en otros más


Imagen Prisma: ciudad de Bragado, provincia de Buenos Aires, Argentina

17º poema

Al sol
Aunque las pálidas figuras se mofen
Aunque los instrumentos ya no marquen
Aunque las cicatrices se reflejen en las pálidas figuras
Aunque los que se rían sean sombras sin señal
Aunque las madrugadas ya no latan con tu aliento
Aunque las sombras confundan los instrumentos
Aunque las señales se hayan perdido en las cicatrices
Aunque el aliento ya no tenga más reflejo que la triste sensación de soledad
Al sol
Salen
Son pocos brotes
Aquellos que quisieron enterrar para taparlos de eternidad
Salen
Una gota de pasión fue suficiente
Despertar
Salir
Salir al sol
Está bien para mí si está bien para vos
Hay una frecuencia
Una sincronicidad
En la victoria todas las copas se estremecen
Hoy que hay un poco de sol
Podemos destapar
Total mañana lo que hoy nos pesa pasará
Al sol
Aunque me pueda desteñir
Aunque se mofen las pálidas figuras
Aunque se corten las señales
Aunque me queden nuevas cicatrices
Al sol
Salir al sol
Por un instante
Salir al sol
Salir y no volver
Salir y caminar
Salir y respirar
para que otra vez podamos descubrirnos sol una mañana


Imagen Prisma: Alto Comedero, Jujuy, Argentina

16º poema


Andar sin andar
Desandar mi todo
Dejar mi cuerpo para ser nada
Uno más entre tantos fantasmas
Un orificio sin fronteras
Un armazón de celofán
Caer en la tristeza
Cuna de tantas palabras
Donde el veneno hizo fuego
Donde la sal no pudo anesteciarme
Una carroza de distracciones
Una vertiente de insanidad
Después, aparece una figura
Una entre tantas deseadas
Se desviste
Se acerca ya sin dudas
Me trae al mundo material
En un sinfín de mantras y de imperfecciones
Me dejo derrotar para volver a ser
Deseos sin lamentos
Pasiones sin cristal
Aromas sin edad

Imagen Prisma: museo de Louvre, París, Francia

15º poema

Te daría algo más que mi espejo,
mi humedad y mis manos,
para que puedas alcanzar una gota de sudor,
reinventarte en vos,
para saber que hay algo más que el túnel del destino,
para entender que el otro lado es acá,
aquí y ahora,
entre la arena de mi piel,
entre las aguas que inundan el presente.












Imagen Prisma: Copacabana, Rio de Janeiro, Brasil

14º poema

Con la soga al cuello no podés pensar ningún paso
La Tierra gira
Los duendes se divierten a su antojo
Las últimas hojas de tu invierno se convierten en abono para renacer
Y te quedás sin marcar el compás
Los pálidos secuaces de tus noches ya no cantan serenata
La furia te marchita
Se pueden encontrar dos silencios en la melodía
Ninguna frase que no hayas escuchado te dará un nuevo significado a tu andar
Y te envolvés en tu placar
De todos modos el viento sopla
(Lo dijo Federico en una tarde de mates
A orillas del Sena después de confesar su asesinato)
Nos queda esa ciudad
Luces del amor
Lunas del encuentro



Imagen Prisma: Torre Eiffel, París, Francia